Me encanta la historia. Me parece fascinante. Lo que no me gusta, sin embargo, es cuando la historia se distorsiona y se manipula para servir a un fin injusto: porque cuando los que tienen poder, influencia y dinero manipulan los hechos a su propio beneficio se impide la justicia. Eso me enfurece.
Tengo un caso de quemadura. Mi cliente se dirigía a visitar a su madre, cual estaba gravemente enferma. Sólo le quedaban una o dos semanas de vida y él quería darle el último adiós. Mi cliente y su esposa fueron al aeropuerto. Se pararon y compraron un sandwich y té caliente. En la mesa, el té se derramó sobre la pierna de mi cliente. Nadie alega que otra persona derramó el té y mi cliente admite de buen grado que él o su esposa golpearon la taza o dieron un golpe en la mesa y eso hizo que se derramara el té.
El té le quemó inmediatamente la muñeca y la pierna. Gravemente. No una quemadura tipo «ponle un poco de hielo y estarás bien». Cuando aterrizó en una de sus ciudades de escala, necesitaba ser operado de las quemaduras. Esto le impidió llegar hasta su madre, cual murió una semana después. Hasta el día de hoy sigue sintiendo la culpa y el dolor de no haber tenido la oportunidad de despedirse de su madre.
No puedo pensar en su caso sin pensar en Stella Liebeck. Ella se quemó gravemente con una taza de café caliente del McDonald’s. Stella y su caso se convirtieron en el ejemplo a seguir por las grandes oficinas, las aseguradoras y los grupos de presión de los seguros médicos para asustar al público en general y hacerle creer que hay demasiadas demandas frívolas y que las personas perjudicadas por otros deberían ver limitadas sus indemnizaciones. Distorsionaron los hechos y los medios se lo permitieron.
La mayoría de la gente cree lo siguiente debido a los hechos distorsionados y las omisiones rotundas:
– Stella conducía y se derramó café caliente encima.
– Le concedieron millones de dólares porque su abogado astuto convenció a un jurado crédulo para que le diera millones de dólares.
– El sistema está completamente roto y si quieres ganar dinero rápido, lastimate un poco y échate café caliente encima.
Estos son los hechos reales del caso de Stella:
– Stella no conducía cuando le cayó encima el café. Iba de pasajera en un coche parado que conducía su sobrino. El coche no tenía portavasos. Stella puso el café entre sus piernas y el café se derramó.
– Antes del incidente de Stella, McDonald’s había recibido 700 quejas de clientes que habían sufrido quemaduras importantes debido a que su café estaba demasiado caliente y no hizo nada por remediarlo.
– Stella sufrió quemaduras significantes de tercer grado que requirieron de cirugía.
– Cuando se le preguntó por el hecho de que se hubieran registrado otras 700 quemaduras, un representante de McDonald’s declaró que «se alegraba de que no fueran más» y admitió que los clientes no deberían beber el café tan caliente como lo sirve McDonald’s porque se quemarían.
– Stella se ofreció a llegar a un acuerdo por 20.000 dólares, el total de las facturas médicas que su seguro no cubría. McDonald’s le ofreció 800 dólares.
– El jurado determinó que McDonald’s había actuado sin tener en cuenta la seguridad de Stella y le concedió una indemnización punitiva de 2.700.000 dólares, equivalente a dos días de ventas de café para McDonald’s. El Tribunal redujo esta indemnización en casi un 80% basándose en la legislación de Nuevo México.
– El jurado declaró a Stella culpable en un 20%. Así, los 160.000 dólares que recibió por sus facturas médicas y el dolor y el sufrimiento se redujeron en un 20%.
Durante años, Stella fue la imagen de las bromas. Seinfeld, Los Simpson, los presentadores de los «late night talk shows», todos se burlaron de ella sin conocer ni preocuparse por conocer los verdaderos hechos de este caso. Stella se convirtió en la imagen de las «demandas frívolas». Su caso fue manipulado por las grandes empresas, oficinas, y las aseguradoras para poner topes a las indemnizaciones que impiden a los jurados valorar justa e íntegramente los daños sufridos por los perjudicados. Stella no recibió millones de dólares por derramar café caliente sobre sí misma. Un jurado dictaminó que resultó herida porque McDonald’s no se preocupó por la seguridad de sus clientes y no hizo nada aun sabiendo que su café estaba peligrosamente caliente.
Hubo un documental maravilloso que salió en el 2011 sobre el caso de Stella y los mitos que lo rodean. Café Caliente. No poseo ningún derecho sobre esto, pero aquí hay un enlace al documental. Vale la pena verlo. https://www.theatlantic.com/entertainment/archive/2011/07/hot-coffee-and-the-scalding-of-the-american-jury/241787/
El artículo adjunto del 2011 en The Atlantic hace un trabajo maravilloso abordando las falsedades que las grandes empresas y los seguros perpetraron en el público después de este caso. De nuevo, no soy el propietario de este artículo. https://www.theatlantic.com/entertainment/archive/2011/07/hot-coffee-and-the-scalding-of-the-american-jury/241787/
Es una pena que incluso ahora, más de 30 años después, la gente vea a Stella y su caso como un símbolo de «lo que está mal» en nuestro sistema de justicia civil. La verdad es que el caso de Stella es un símbolo de lo que está bien en el sistema. Existen normas para frenar las demandas frívolas. Existen normas para garantizar que las sentencias sean justas y se basen en la ley y los hechos. Hay controles y equilibrios en nuestro sistema que ayudan a garantizar la equidad. Lo que no es justo es que a quienes tienen poder, influencia, y dinero se les permita distorsionar la verdad para que a la gente normal como Stella, como usted, se vea privada de un trato justo.