Nuestro cliente conducía para Uber cuando fue estrellado por detrás. La conductora huyó del lugar, pero nuestro cliente pudo conseguir el número de matrícula. Hicimos un reclamo contra el seguro de la persona que huyo de la escena. Al principio negaron la culpabildad, pero una vez que presentamos la demanda judicial pagaron su póliza. El problema: el culpable tenía solo un mínimo de 25.000 dólares y las facturas médicas de nuestro cliente superaban esa cantidad. Hicimos un reclamo contra la cobertura de motorista de seguro insuficiente de Uber. Finalmente pudimos obtener un acuerdo de aproximadamente 550.000 dólares para nuestro cliente. Estamos orgullosos de este acuerdo porque nuestro cliente tuvo varios choques y lesiones previas en los dos años anteriores. La defensa quería culpar de las lesiones a esos choques. Pero nos mantuvimos firmes y obtuvimos un acuerdo justo.
Nuestra clienta era la pasajera de un coche que fue estrellado por un semirremolque que se saltó un semáforo en rojo. La clienta sufrió lesiones significantes en la columna vertebral. Sin embargo, algunos de los síntomas del cliente no aparecieron hasta aproximadamente nueve meses después de la colisión. Además, la clienta estuvo 15 meses en cual solo tuvo tratamiento sólo dos veces, después de que le recomendaran una fusión vertebral y un estimulador de la médula espinal. Sabíamos que la oferta inicial del demandado de un poco más de 200.000 dólares no era justa. Tomamos la declaración jurada a su experto y nos preparamos para el juicio. El demandado, viendo que no íbamos a dar marcha atrás, llegó finalmente a un acuerdo por aproximadamente 1.500.000 dólares.
El cliente había sido rechazado por otros abogados porque se le consideró culpable de causar el choque. Revisamos el caso e hicimos nuestra propia investigación independiente. Nos hicimos cargo del caso y convencimos a la compañía de seguros de que la culpa era de su asegurado. Le conseguimos la totalidad del límite de la póliza a nuestro cliente.
Una madre y su hija resultaron heridas cuando un conductor se saltó un semáforo en rojo. La compañía de seguros de la parte culpable denegó el reclamo porque nuestro cliente había sido declarado «culpable» por la compañía de seguros. Investigamos el reclamo y solicitamos a la policía el vídeo de la cámara corporal. Estaba claro que la citación se había dado erróneamente a nuestros clientes. La compañía de seguros del conductor culpable reconsideró su denegación y revocó su decisión. Llegó a un acuerdo dándonos la totalidad de los límites de la póliza.
Un cliente circulaba en bicicleta en sentido contrario al trafico. Fue estrellado por un coche que salía del estacionamiento de un centro comercial. Nuestro cliente fue rechazado por sus abogados anteriores. Abogados de grandes oficinas reconocidas, con anuncios en la television y por toda la ciudad. Rechazaron el caso de nuestro cliente cuando se enteraron de que había sido citado por circular en sentido contrario al trafico. Investigamos el caso y descubrimos que, aunque nuestro cliente circulaba en sentido contrario al trafico, el conductor que le choco no se aseguró de que tuviera vía libre para incorporarse al tráfico. La compañía de seguros revocó su denegación del reclamo y pagó la totalidad de los límites de la póliza.
Nuestro cliente joven fue chocado por detrás cuando viajaba en un camión grande de trabajo. No había daños visibles en su camión, aunque el coche que le pego tenía daños significativos. Tres meses después, nuestro cliente volvió a sufrir otro choque. Su abogado anterior resolvió el segundo reclamo por dinero fácil, y al hacerlo, puso en peligro el primer reclamo del cliente. La compañía de seguros del primer caso argumentó que cualquier lesión significante se debió al segundo choque y que, dado que el camión de nuestro cliente no tenia daños materiales en el primer choque, el no podía haber resultado gravemente herido. Contratamos a expertos médicos para revisar el caso, que coincidieron en que nuestro cliente había resultado gravemente herido en el primer accidente. El experto de los demandados dijo que nuestro cliente no estaba herido. En la mediación obtuvimos un acuerdo para nuestro cliente y su esposa superior a 800.000 dólares.
Nuestra clienta fue víctima de una negligencia médica. Dados los límites de las indemnizaciones por daños y perjuicios y la altísima tasa de veredictos de la defensa (más del 80%) en los juicios, muchos abogados no aceptan estos casos. Nos reunimos con el cliente y, aunque las probabilidades no estaban a nuestro favor, quisimos ayudarle. Contratamos a expertos para revisar el caso. Ambos coincidieron en que su médico fue negligente al causarle lesiones significantes. Tras intentar llegar a un acuerdo, la compañía de seguros nos obligó a presentar una demanda judicial. El caso acabó resolviéndose por aproximadamente 1.000.000 de dólares.
Trabajaba conduciendo para una gran empresa de camiones de Texas. Vivía en Nuevo México. La compañía de seguros de su empresa indicó a la familia que Texas no exige un seguro de indemnización por accidente laboral y que la empresa no estaba asegurada. Técnicamente, esto era correcto. Para el colmo, el conductor que causó el accidente no tenía seguro. La empresa no tenía cobertura de motorista de seguro insuficiente en su póliza de camiones. Hablé con un abogado de la ley de camiones en Texas para consultar sobre el caso. El indicó que no se podía hacer nada.
Algo en nuestro instinto nos decía que algo no iba bien. No íbamos a dejar pasar esto sin investigar todos los ángulos. Resulta que nuestro instinto tenía razón. La compañía de seguros no contaba toda la historia. Resulta que la empresa tenía una oficina en Nuevo México y contaba con una póliza de indemnización de los trabajadores de Nuevo México que se aplicaba en este caso. Con la ayuda de un increíble abogado de Nuevo México, George Weeth, pudimos presentar una denuncia a tiempo. La aseguradora no tuvo más remedio que admitir su «error» al no revelar la póliza de Nuevo México. La familia recibirá ahora todo lo que le correspondía en virtud de la póliza de seguro.
Esperamos que nuestros conductores profesionales respeten las normas de circulación. Una de las reglas más básicas es «presta atención». Este conductor no lo hizo y, como resultado, chocó contra la parte trasera del coche de nuestra clienta. Hubo muy pocos daños materiales en ambos vehículos. Pero esto no significa que no pueda haber lesiones graves. Nuestra clienta sufrió lesiones significantes como consecuencia del accidente.
Los daños materiales menores pueden suponer un gran obstáculo a la hora de resolver un caso por un valor justo o obtener un veredicto justo del jurado. Además de los daños materiales menores, el caso de nuestra clienta presentaba otros problemas significantes. Nuestra clienta había tenido varios choques en los 5 años anteriores a nuestro accidente, incluyendo uno seis meses antes que resultó en dolor al cuello y espalda baja. La parte baja de la espalda se había curado sólo unos días antes de nuestro accidente, el quiropráctico había indicado que el dolor lumbar había desaparecido.
La defensa negó la responsabilidad e intentó culpar a nuestra clienta porque estaba utilizando Bluetooth para hablar por teléfono cuando se produjo el accidente. Luego intentaron culpar a los accidentes anteriores de nuestra clienta de sus lesiones y de la necesidad de su cirugía de espalda.
Al final convencimos a la defensa de que estaban enfocandose mal y conseguimos que pasaran de su oferta original de 250.000 mil dólares a un acuerdo justo de poco menos de 900.000 mil dólares. Estamos muy orgullosos de nuestro trabajo en este caso y no podríamos estar más felices por nuestra clienta que es una madre soltera y trabajadora.